“Si queremos cambiar el mundo, hemos de empezar por cambiarnos a nosotros mismo” lo leo y pienso no será tan complicado hacerlo. No es así?
Comenzare con enlistar las cosas que desearía cambiar de mi.(Ya han transcurrido 50 minutos) Y sigo viendo la pantalla sin poder hacer una lista. Será esta la función esencial de mi alma: si ella mantiene unida la realidad, es la que organiza mi vida desde fuera de la escena, es la inteligencia que me preside. Pienso, hablo, trabajo, amo y sueño por que tengo alma y sin embargo, el alma no hace ninguna de estas cosas. Soy Yo. Tal vez nunca reconocería mi alma si nos encontráramos cara a cara. Todo lo que marca la diferencia entre la vida y la muerte debe pasar por este mundo por vía del alma. Vaya!! mira todo lo que se produce cada vez que respiramos.
La mente, el ego y las emociones causan tanto dolor como placer y pueden arrojarnos al desorden y la confusión.
Amar nos puede hacer sentir una felicidad plena, y también un dolor interminable.
Lo infinito se vuelve finito.
Lo inmóvil empieza a moverse.
El universo se contrae hasta meterse en un lugar dentro de nosotros.
Lo incierto se vuelve cierto.
Aquello que no tiene causa empieza la cadena de causa y efecto.
Lo divino adopta modelo.
Lo inmortal pretende haber nacido.
La realidad se pone la mascara de ilusión.
Sin duda en la vida hay algo más que creación pura. El alma tal y como insisten existe para poner fin al sufrimiento, para darle sentido al mundo y especialmente en tiempo de dolor.