
14 de febrero de este 2006, Después de mucha vida y muchas reflexiones he llegado a convencerme de lo cambiante y efímera que es la existencia humana. Me refiero a las sorpresas con que nos espera cada nuevo día. Hay momentos en la vida, quizá meses y hasta años, en los que pareciera que un manto de serenidad y paz se ha extendido sobre nuestros días, y de pronto, no sabemos cómo ni por qué, aquel tablero de ajedrez se descompone y las piezas inician un alocado ritmo que intenta alterar nuestra existencia. Problemas, sinsabores, se presentan allí donde creíamos reinaba la armonía.
Esto, lo sé ahora, es algo que no podemos evitar, la vida no es una línea recta, tiene sus cúspides y hondonadas por las que debemos transitar sin mirar hacia atrás, sin lamentarnos por no haber logrado aquello en lo que pusimos tanto empeño, aceptando con entereza esa parte de dolor y decepción que nos toca vivir.
No creo que existan seres que vivan en un estado de constante felicidad, ni tampoco de sufrimiento. Todo nos ha sido dado. En algún momento, cuando menos lo pensamos estamos recibiendo nuestra cuota de bienes y males; súbitas alegrías que no preveíamos, un "golpe de suerte", le llamamos a veces, hasta algo tan bueno que creemos inmerecido. Y por otro lado, de pronto, también casi ajeno a nuestra voluntad, aparece el lado oscuro, el conflicto, el no saber qué sendero escoger, qué decisión tomar.
Y es que, precisamente, en esa especie de juego de contradicciones, en ese amanecer y ese anochecer, en la risa y en el llanto, en la música y en el estruendo de las máquinas y las armas, es donde radica la casi mágica estructura de la vida. Por esto, pienso que debemos dar a cada estado su tiempo, alejando la soberbia de nuestros corazones cuando la vida nos sonría, y enfrentando con entereza los tiempos difíciles, recordan do aquello que nos decía sabiamente un maestro sufrí: "Esto también pasará".
Hoy 14 de febrero en corazon abierto les deseo a mis amores y desamores, a mis amigos y enemigos que el cariño, y el deseo de amor siempre este habitando en sus corazones, con palabras, caricias, deseos, besos, abrazos, y en todo aquello que nos dibuje sonrisas y que las lagrimas se vuelvan en nuevos deseo del alma. Hoy Amare sin detenerme, sin prejuicios, sin ataduras aunque duela.. jamas dejare de hacerlo..
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